Fenómenos y objetos de estudio

El objetivo de Bourdieu fue desarrollar un sistema teórico abstracto y relacionarlo una serie de intereses empíricos, evitando así la trampa del puro intelectualismo (él lo relaciona con el objetivismo y el subjetivismo) donde examina las preferencias estéticas de diferentes grupos sociales. Bourdieu intenta demostrar que la cultura puede ser un objeto legítimo de estudio científico.
Por ejemplo: vincula en su obra el gusto por objetos refinados con el gusto por los sabores de los alimentos más básicos. La preocupación central de Bourdieu son las variaciones en el “gusto” estético, la disposición adquirida a diferenciar entre los diversos objetos culturales de disfrute estético y a apreciarlos de modo diferente, así el gusto sirve para dar al individuo, así como a otros, una percepción de su lugar en el orden social.
El gusto sirve para unificar a los que tienen preferencias similares y para diferenciarlos de los que tienen gustos diferente, mediante las aplicaciones e implicaciones prácticas del gusto las personas clasifican los objetos y al tiempo se clasifican ellas mismas.

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Es necesario considerar estas prácticas, como todas las demás, dentro del contexto de todas las relaciones mutuas, es decir, dentro de la totalidad. Así, gustos aparentemente aislados por un tipo de arte o cine guardan relación con preferencias entre las comidas, los deportes o los peinados. Bourdieu identifica en su estudio sobre el gusto dos campos interrelacionados: las relaciones de clase y las relaciones culturales.

Las acciones que emprenden los agentes (individuales o colectivos) que ocupan posiciones específicas se rigen por la estructura del campo, la naturaleza de las posiciones y los intereses relacionados con ellas.
El gusto representa una oportunidad para experimentar y reafirmar la posición de una persona dentro del campo; el campo de la clase social influye profundamente sobre la capacidad de esa persona para jugar ese juego.
El mundo de la cultura guarda relación con el mundo jerárquico de las clases sociales y es tanto jerárquico como jerarquizante. Bourdieu también vincula el gusto con su concepto central, el habitus. Los gustos dependen mucho más de estas disposiciones profundamente arraigadas y duraderas que de las opiniones y las verbalizaciones superficiales.

Si bien campo y habitus son ambos importantes para Bourdieu, lo que más le interesa es su relación dialéctica, así el campo y habitus se definen mutuamente. “Hay una fuerte correlación entre las posiciones sociales y las disposiciones de los agentes que las ocupa”
Él considera la cultura como una suerte de economía o mercado: las personas utilizan capital cultural más que económico, así este capital es el resultado de la clase social de origen de las personas y de su experiencia educativa.

 
Las personas persiguen la distinción en una serie de campos culturales, estos cambios en los bienes culturales conducen a alteraciones en los gustos, pero los cambios en los gustos también suelen introducir transformaciones en los productos culturales.
Los cambios de gusto son resultado de la pugna entre fuerzas opuestas, tanto en el terreno Cultural, el núcleo de las luchas reside en el sistema de clases, y la lucha cultural entre, por ejemplo, artistas e intelectuales.
Bourdieu atribuye gran importancia a la clase social, rehúsa reducirla a cuestiones económicas o a relaciones de producción, y la define también en términos de habitus.

 

Referencias:

 Ritzer, G. (1993). Teoría sociológica contemporánea, ed. MacGrawHill, Madrid.

 

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